Brownie de oreo. ¡EL brownie con mayúsculas!

Sí, lo pongo bien claro porque esta receta de brownie es un BROWNIE con mayúsculas. 

Con todas las letras. Es una de las recetas que más repito en casa porque el éxito siempre está garantizado.

Es ultrajugoso y con un sabor muy dulce a chocolate que contrasta estupendamente  con los trocitos de galleta, que ya sabéis que las Oreo tienen un punto salado irresistible. ¡Ñam!

Tomamos la receta del blog de Dulce sentimiento y no sé si será verdad lo que dice de que es la mejor receta del mundo, pero si no lo es, está muy muy cerca. ¡Qué rico! 

Es facilísimo de hacer y el resultado merece la pena. ¡Animaos a hacerla, que no puede ser más sencilla y se hace en un momento! 

¡No me enrollo más,  vamos allá con la receta!

Ingredientes:

• 400 gramos de chocolate (200 de chocolate con leche y 200 de chocolate negro)
• 250 gramos de mantequilla sin sal
• 5 huevos L
• 320 gramos de azúcar moreno (para ser sincera yo siempre pongo un pelín más :P) 
• 150 gramos de harina de fuerza -importante que sea DE FUERZA, no harina normal, porque si no no queda tan jugoso. La encontraréis en Mercadona sin problemas.
• 20 galletas Oreo (o más, va a gustos)
• Si os gusta con nueces, pepitas de chocolate o frutos secos, también podéis añadirle. Esto es opcional. :)

Si el sabor del chocolate os gusta más fuerte, podéis poner todo negro, pero como en casa nos gusta más suave, hemos usado mitad con leche y mitad negro tal como viene en la receta.

Preparación:

Precalentamos el horno a 180º.

Derretimos el chocolate con la mantequilla en el microondas. 

Mientras se enfría, mezclamos los huevos y el azúcar aparte en un bol.

Añadimos la harina de fuerza (mejor tamizada, para que no haga grumos) y mezclamos.

Cuando tengamos una mezcla homogénea, añadimos la mezcla de chocolate y mantequilla.

Forramos un molde (mejor que sea grandecito, que la receta cunde mucho) con papel de horno y vertemos la mezcla. 

Ahora es cuando hacemos trocitos las Oreo (y los frutos secos si los usáis) y las repartimos por toda la masa. 

Toda esta bandejaza de horno me sale a mí. Pues menos dura...

Metemos el brownie al horno durante unos 25 minutos, o hasta que al pincharlo con un palillo éste salga un poquitín manchado, porque por fuera quedará tostadito, pero por dentro tiene que quedar jugoso. Recordad que el brownie no es un bizcocho al uso ;)  

Y ya cuando se enfríe lo cortamos en trocitos. O trozacos. O lo podéis comer a bocados, que os aseguro que ganas no os van a faltar. 

Se puede comer tanto frío como templado, solo o acompañado de una bola de helado de vainilla que entonces ya morís de gustazo. Lo comáis como lo comáis, seguro que está buenísimo.

¡Venga, a ver si lo hacéis y me contáis, que esta vez no tenéis excusa! :D 

Bueno, tal vez que no es muy bueno para la operación bikini, pero por complicada no será ¿no? ¡No puede ser más fácil!

¡Nos vemos en la próxima receta!  :)